Primero se miden 588 g de agua a 40 grados. A continuación, añadir una cucharada de grasa doméstica. Tamizar 800 g de harina de pan. Amasar durante 1-2 minutos. Dejar reposar 45 minutos.
Añadir 180 g de levadura activa, seguir amasando y añadir 16 g de sal al final. Amasar la masa por completo. Sobre una superficie aceitada, aplastarla ligeramente. A continuación, dejar levar en una bandeja de horno aceitada durante 45 minutos.
Elkezdjük termelni a levegőt e tésztánkba és feszesíteni a hajtogatások segítségével. Most sziromhajtogatással fogunk kezdeni, és az utolsó hajtogatáskor laminálunk és tesszük majd bele a sajtot és a paprikát. Sziromhajtással meghajtogatjuk a tésztánkat, mint a virág szirmainál úgy megyünk körbe. Majd hagyjuk 45 percet pihenni. Una vez transcurrido el tiempo, volver a doblar la masa con un pliegue de pétalos. Deje reposar de nuevo durante 45 minutos.
Para el último pliegue, hacemos un laminado sacando la masa a una ventana, espolvoreamos con queso cheddar y pimientos jalapeños al gusto, luego doblamos la masa por abajo y espolvoreamos con queso y pimientos y hacemos lo mismo por arriba y enrollamos al final. Después dejamos reposar la masa unas 2 horas.
Cuando la masa haya doblado al menos su tamaño, dale forma previamente sobre una superficie enharinada -esto es opcional, yo siempre lo hago con los panes-, luego tápala y déjala reposar durante 10 minutos.
Engrasar bien la puerta para evitar que la masa se pegue. Dar la forma final, con cuidado de no sacar el aire y el queso. Coloca la masa en el molde perforado de forma que la costura quede arriba y pellizca bien la masa. Enharínala un poco para que no se pegue el paño de cocina. Cúbrala con un paño de cocina y refrigérela de 10 a 12 horas.
Saque la masa del frigorífico y déjela templar sobre la encimera. Mientras tanto, precalienta el horno a 250 grados en el programa de cocción inferior superior con la bandeja puesta.
Cuando la masa esté lista para hornear, vuélquela sobre una bandeja para hornear. Tamiza un poco de harina por encima y corta el pan en ella.
Póngalo en la sartén caliente, rocíe con agua y ponga la tapa, baje inmediatamente el horno de 250 grados a 180 grados y hornee durante 1 hora con la tapa puesta. Me gusta más este método de horneado porque evita que la corteza quede demasiado gruesa.
Cuando pase 1 hora, retira la tapa o sácalo completamente del molde y deja que se hornee hasta que coja un poco de color, unos 10-15 minutos. Una vez horneado el pan, colócalo sobre una rejilla para evitar que se empapen las bases y déjalo enfriar, después córtalo en rebanadas.